La audición y el cuidado auditivo de la mayoría de los pacientes con enfermedad de Ménière puede conservarse o mejorarse mediante un tratamiento clínico estricto y un seguimiento adecuado.
Lesión auditiva en la enfermedad de Ménière
En la enfermedad de Ménière las lesiones del sistema auditivo y vestibular ocurren simultáneamente o puede darse que algunas preceden a otras. Parte del vértigo es la disminución gradual y fluctuante de la audición, que puede convertirse potencialmente en una discapacidad auditiva. La hipoacusia es considerada un criterio necesario por el consenso internacional actual de la enfermedad. En general, se sabe que el audiograma tiene rasgos característicos y patrones de fluctuación específicos.
La pérdida auditiva generalmente ocurre en frecuencias bajas y se acompaña de fluctuaciones auditivas, que son características de las primeras etapas de la enfermedad de Ménière. En este período, la pérdida auditiva de la mayoría de los pacientes es reversible.;
A medida que la enfermedad progresa, la audición tiende a presentar pérdida auditiva de frecuencia completa, de moderada a severa, y se vuelve permanente.
La importancia de prevenir la discapacidad auditiva
La prevención de las discapacidades auditivas es tan importante como el control del vértigo. Muchos estudios han demostrado que más de la mitad de los pacientes con enfermedad de Ménière tenían pérdida auditiva en un estadio avanzado.
Las reiteradas crisis, la fluctuación y la progresión de la enfermedad de Ménière son consistentes con la modalidad de enfermedad crónica y, por lo tanto, debe manejarse de acuerdo con la práctica clínica de las enfermedades crónicas.
Además, las características auditivas rara vez se han estudiado e informado en los últimos años después de que se actualizaron con el tratamiento y los criterios; no existe un consenso claro entre los diferentes estudios sobre las características y evolución de los umbrales audiométricos y la morfología del audiograma de pacientes en diferentes estadios de la enfermedad de Ménière.
Pronóstico del cuidado auditivo después de un manejo clínico estricto
Se realizó un seguimiento de un grupo de pacientes con enfermedad de Ménière, en donde se analizó e informó el beneficio auditivo después de un año de manejo clínico estricto.
- Estudio de cohorte prospectivo con comparaciones pre y post intervención con el mismo grupo de pacientes.
- N: 154; edad promedio 43,53 ± 11,4 años; varones 49,35%
- Se excluyeron los pacientes con enfermedad de Ménière que habían recibido una inyección de gentamicina intratimpánica, cirugía del saco endolinfático, oclusión del canal semicircular, neurectomía vestibular o cirugía de implante coclear.
- La audiometría de tonos puros se efectuó de forma rutinaria. Se realizó resonancia magnética del conducto auditivo interno y fosa posterior para descartar otras enfermedades que pueden presentar vértigo e hipoacusia neurosensorial asimétrica verificada audiométricamente.
- En cuanto al manejo clínico, cuando recibieron el diagnóstico, todos los pacientes recibieron educación sobre modificaciones saludables en el estilo de vida y asesoramiento psicológico. Se animó a los pacientes a tomar notas relacionadas con su salud y recibieron tratamiento farmacológico con esteroides, betahistina, diuréticos o preparación de ginkgo necesarios con el fin de controlar los síntomas y mantener un estado estable.
Cuando los pacientes experimentaron un ataque agudo, la terapia con esteroides sistémicos o la inyección local de esteroides eran opciones para tratar la pérdida auditiva de los pacientes.
- Los pacientes usaron temporalmente inhibidores vestibulares durante las crisis de vértigo agudo.
- Se utilizó betahistina 36 mg/d para la terapia de ataque e intervalo. La duración del tratamiento depende de los síntomas de los pacientes, incluidos el vértigo y la pérdida de audición. Por lo tanto, algunos pacientes usaron betahistina durante varios meses, generalmente de 3 a 6 meses. Se utilizó hidroclorotiazida 25 mg/d como diurético cuando los pacientes eran refractarios a los esteroides y la betahistina.
Conclusiones
Al cabo de un año, el 87,27% de los pacientes había mejorado o conservado la audición a baja frecuencia y el 71,51% a alta frecuencia.
Los pacientes en etapa 3 también tienen potencial para mejorar la audición, aunque el tiempo de restauración es más largo que en las primeras etapas.
Aunque no es curable, los pacientes con enfermedad de Ménière pueden experimentar alivio de los síntomas y prevenir daños permanentes en la audición a través de un adecuado tratamiento clínico y un correcto seguimiento. La etapa de audición inicial, la edad y el patrón del audiograma están relacionados con los beneficios auditivos.
Bibliografía
Yi Zhang et al. Hearing Benefits of Clinical Management for Meniere’s Disease. J. Clin. Med. 2022, 11, 3131.
https://www.mdpi.com/2077-0383/11/11/3131/htm