Un consenso de expertos europeos considera a la betahistina como una estrategia farmacológica de primera línea para pacientes con enfermedad de Ménière -en particular para el control intercrítico- con un adecuado perfil de seguridad.
Heterogeneidad de tratamientos en la enfermedad de Ménière
La betahistina se ha utilizado a gran escala para el tratamiento de la enfermedad de Ménière (EM). Dada la gran controversia por la etiología de la EM, las estrategias de tratamiento en general son múltiples y en su mayoría empíricas.
Para mejorar la adecuación clínica y reducir la heterogeneidad de los enfoques terapéuticos se propuso una Conferencia Europea de Consenso sobre la prescripción de betahistina, en donde expertos europeos en trastornos vestibulares completaron un cuestionario preparado por líderes de opinión, sobre el uso de betahistina.
Método utilizado
Se utilizó el método Delphi aplicado con frecuencia en el área de salud. El método Delphi es una técnica de investigación iterativa que tiene como objetivo llegar a un acuerdo y proporcionar recomendaciones entre expertos en un tema controvertido.
Un panel compuesto por 80 expertos de 10 países europeos diferentes recibieron un cuestionario de 15 ítems sobre el uso y la eficacia de la betahistina en la EM.
Conclusiones del consenso europeo
Los expertos llegaron a un claro consenso sobre los siguientes puntos:
- El 99 % coincide en que la betahistina es el fármaco de primera elección en el periodo intercrítico para el manejo del vértigo en pacientes con EM con una dosis que puede oscilar entre 32 a 48 mg/día, según el 74%, y con la posibilidad de variar la dosis durante el transcurso del tratamiento según el 76%de los profesionales que participaron.
- En caso de presentar entre 1 y 3 ataques en los últimos seis meses, el tratamiento con betahistina debe ser de al menos 3 meses recomienda el 88% de los expertos, tratamiento prorrogable a seis meses dependiendo de la condición del paciente, coincide el 96%.
- El tratamiento con betahistina debe ser al menos de 6 meses, prorrogable a 1 año, dependiendo de la condición del paciente, cuando el paciente presenta de 4 a 10 ataques en los últimos seis meses, según el79%, o en caso de más de 10 ataques afirma el 90%.
- Los mejores resultados se obtienen independientemente de la edad y del género.
- La EM a menudo se diagnostica en asociación con otras patologías, como la migraña y la depresión. En caso de comorbilidad, la betahistina puede usarse en asociación ya sea con antimigrañosos, concuerda el 86%, ansiolíticos y/o medicamentos antidepresivos afirma el 93% de los expertos.
- El 91% concuerda que los efectos adversos de la betahistina son inferiores al 10%.
- Los efectos secundarios más comunes son los trastornos gástricos, y coinciden en el 90%.
- El número, intensidad y duración de los ataques, el examen vestibular en la cama del paciente y el cuestionario sobre calidad de vida son las mejores formas de evaluar la eficacia de la betahistina afirma de manera concluyente el 100%.
Conclusiones sobre el uso de betahistina
En conclusión los participantes de la Conferencia de Consenso, basados en su práctica clínica y experiencia personal con sus pacientes, apoyan la prescripción de la betahistina en la EM para reducir el número y severidad de las crisis de vértigo, particularmente durante la fase intercrítica de la enfermedad.
Bibliografía
Augusto Pietro Casani , Elena Navari, Giorgio Guidetti,andMichel Lacour. Good Clinical Approach: Delphi Consensus for the Use ofBetahistine in Menière’s Disease. International Journal of Otolaryngology 2018, Article ID 5359208.