Con un tratamiento médico adecuado y con un cambio en el estilo de vida se logran controlar el 80% de los pacientes con enfermedad de Ménière.
Basados en una revisión de la literatura, expertos de Francia, Italia, USA, Japón y Australia presentaron las recomendaciones para el tratamiento de la enfermedad de Ménière durante el XXI Congreso de la Federación Internacional de Sociedades Otorrinolaringológicas en París, en junio de 2017.
Cabe destacar que, en primer lugar, la enfermedad de Ménière debe basarse en un diagnóstico certero utilizando los criterios correspondientes. (ver Enfermedad de Ménière: Criterios Diagnósticos).
Recomendaciones terapéuticas
El objetivo del tratamiento es reducir la frecuencia, y en segundo lugar, la severidad de las crisis de vértigo, con un mínimo deterioro de la función auditiva, esperando que este resultado se asocie con una mejoría de la audición y el tinnitus.
El tratamiento es sintomático y siempre debe estar orientado al problema principal del paciente. Debe ser conservador en primer lugar. Los tratamientos conservadores se utilizan cualquiera que sea la función auditiva, ya que en casos de EM bilateral, la presentación unilateral puede verse al inicio, y después de varios años la implicación contra lateral.
Medidas generales
La recomendación es cambiar el estilo de vida, dormir adecuadamente, reducir el stress y el consumo de sal. Evitar café, alcohol y tabaco.
La rehabilitación vestibular se recomienda en el periodo intercrítico.
La psicoterapia es propuesta, especialmente la intervención cognitiva conductual, ya que produce mejoras significativas en pacientes con mareo subjetivo crónico.
Tratamiento farmacológico
Como tratamiento médico conservador de primera línea los autores recomiendan usar:
- Diuréticos: La droga elegida difiere de un autor a otro pero según la literatura, en orden decreciente, se utiliza hidroclorotiazida, acetazolamida y clortalidona.
- Betahistina: Muy conocida en Europa, Japón y Australia
- Presoterapia local.
Con este primer tratamiento el 80% de los pacientes se curan o remiten.
Cuando falla el tratamiento médico la recomendación es utilizar un tratamiento de segunda línea, que consiste en la inyección intratimpánica de esteroides.
Luego como tratamiento de tercera línea, dependiendo de la función auditiva, se plantea la cirugía del saco endolinfático o la inyección intratimpánica de gentamicina. Esta última tiene mayor riesgo de pérdida auditiva.
La última opción es el tratamiento quirúrgico destructivo laberintectomía asociado o no al implante coclear, o sección del nervio vestibular.
Bibliografía
Nevoux J et al. Eur Ann Otorhinolaryngol Head Neck Dis. 2018 Feb;135(1S):S29-S32.