Prevalencia, causas y consecuencias
La anemia en las personas mayores se asocia a deterioro de la calidad de vida e incremento de la morbimortalidad y no debe considerarse como una consecuencia normal del envejecimiento.
La prevalencia de la anemia se incrementa en las personas de edad avanzada
La carencia de hierro es la deficiencia nutricional más frecuente a nivel mundial y la segunda causa más común de anemia en los ancianos, datos que probablemente se incrementarán con el envejecimiento de la población.
La prevalencia de anemia en personas de hasta 65 años es de alrededor del 17% pero aumenta a más del 20% en sujetos mayores de 85 años y puede llegar al 50% en pacientes institucionalizados con enfermedades crónicas.
Aunque esto sea frecuente no debe considerarse como una consecuencia normal del envejecimiento sino un signo de disfunción subyacente.
La definición de anemia en el anciano es controvertida debido a la falta de consenso en los criterios diagnósticos, lo que a su vez refleja la alta heterogeneidad de las poblaciones estudiadas.
La anemia en sujetos de edad tiene un impacto en la salud y la calidad de vida
La anemia se asocia con varios resultados negativos, como por ejemplo un mayor tiempo de hospitalización y un mayor riesgo de discapacidad. Además, es un factor de riesgo independiente de aumento de la morbilidad y la mortalidad.
Los mecanismos de adaptación a la anemia pueden solapar los síntomas en los ancianos
La anemia suele ser asintomática y se diagnostica durante los exámenes médicos de rutina en los adultos mayores. El desarrollo progresivo de anemia en las personas mayores desencadena mecanismos de adaptación para preservar los niveles de hemoglobina, por lo que los signos y síntomas suelen estar presentes solo en la anemia grave.
La anemia por deficiencia de hierro se caracteriza clínicamente por:
Disminución de la tolerancia al ejercicio
Disnea
Taquicardia
Angina de pecho
Palidez
Edema
Dolor de cabeza
Síndrome de piernas inquietas
Termorregulación alterada.
Estos síntomas son causados por el deterioro del transporte de oxígeno y los mecanismos compensatorios.
En los ancianos, la anemia puede conducir a un deterioro de las condiciones clínicas crónicas
La anemia se asocia con la progresión del estado de fragilidad que trae aparejado:
Mayor riesgo de caídas
Reducción del rendimiento físico y la movilidad
Empeoramiento de la función cognitiva
Demencia
Depresión
Delirio
Alteración de la composición corporal con disminución de la densidad ósea y muscular.
Estas condiciones caracterizan el envejecimiento normal y hacen que el diagnóstico de anemia sea muy desafiante.
No existen datos claros de cómo el envejecimiento puede alterar el metabolismo del hierro
Hasta ahora no se ha demostrado que la mayor incidencia de anemia por déficit de hierro en los ancianos esté relacionada con la evolución fisiológica del envejecimiento.
La hormona reguladora del hierro hepcidina, así como una producción alterada de eritropoyetina en respuesta a la anemia, podrían desempeñar un papel en el desarrollo de anemia en los ancianos.
La anemia en ancianos suele ser multifactorial
Dado que los pacientes ancianos suelen verse afectados por múltiples trastornos, es difícil definir si el estado de anemia se debe a:
Una falta de suministro de hierro
Un aumento de las pérdidas de hierro
Trastornos inflamatorios
Enfermedades crónicas
Una interacción de todos estos factores
En los ancianos, la anemia por déficit de hierro suele ser multifactorial:
Las causas de anemia con mayor prevalencia en ancianos
El diagnóstico definitivo de la causa de la anemia en los ancianos puede ser un desafío.
Las deficiencias de nutrientes están implicadas en un tercio de los casos de anemia y las enfermedades y las inflamaciones crónicas están involucradas en aproximadamente otro tercio de los casos de anemia. El envejecimiento se asocia con una inflamación crónica de bajo grado que se asocia con cambios en la composición corporal, inmunosenescencia y estado metabólico.
El 20-30% restante de la anemia se define como “anemia inexplicable de los ancianos” o “citopenia idiopática de significado desconocido” y se caracteriza por una anemia normocítica hipoproliferativa en pacientes sin enfermedades crónicas, trastornos inflamatorios, o deficiencias nutricionales.
La anemia puede precipitar condiciones clínicas en enfermedades crónicas
La anemia por déficit de hierro puede precipitar condiciones clínicas en enfermedades crónicas, como insuficiencia cardíaca y renal y enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Es importante señalar que en los ancianos, incluso una anemia leve puede tener graves consecuencias para la salud.
Bibliografía
Antonino Davide Romano et al. Molecular Aspects and Treatment of Iron Deficiency in the Elderly. Int. J. Mol. Sci. 2020, 21, 3821.